26 oct 2012

La obra

Hoy llueve, me asomo a la ventana y veo los charcos en el suelo, tan perfectos que son como una llamada. Como cuando un pintor mira su lienzo esperando que su musa llegue para mostrarle que cuadro creará hoy.
Adoro cuando la sangre cae sobre los charcos, me recuerda a un gran acuarela.
Me retiro de la ventana y avanzo hasta el armario, cojo mi chubasquero azul y salgo a la calle para ver que cuadro haré hoy. Avanzo despacio, mirando a las familias a través de las ventanas. De repente me encuentro con una pareja y entiendo cual es mi misión hoy.
Rodeo la casa, y entro por una ventana que no termina de cerrar bien, oigo risas en el salón mientras pienso en como voy a hacerlo. Unos pasos que se acercan me sacan de mi ensimismamiento, me escondo en un armario y lo veo pasar, es el chico que llega como un regalo del cielo.
Salto sobre el y mientras le tapo la boca le clavo un cuchillo entre las costillas, lo sujeto para que no haga ruido. Cuando su cuerpo se desploma, lo apoyo en la pared y le clavo las manos en la pared de la cocina, cada una a un lado formando una línea recta con sus hombros. Ahora es el turno de las piernas, le pongo un pie sobre el otro y se los clavo contra la pared, parece que el dolor le ha devuelto la conciencia pero no me preocupa es el turno de ella.
Paso al salón, esta sentada en el sofá, me acerco por detrás le tapo la boca y la obligo a arrodillarse. Una vez arrodillada la estrangulo, es la única muerte posible para que sus ojos se vean rojos.
Una vez muerta la arrastro a la cocina y la dejo arrodillada frente a su marido, le cojo las manos y se las ato de forma que las palmas se toquen con los dedos a la altura de la nariz.
Ninguno respira ya, es hora de irse pero antes me aproximo a la herida que el tiene en el costado, mojo los dedos en sangre y le dibujo lágrimas a ella.
Salgo por la ventana sin que importe llevar el chubasquero manchado de sangre, el agua me limpiará. Siento mucho orgullo de mi obra y espero que a la policía le resulte tan espiritual como a mi.

3 oct 2012

Costumbres

Era una noche cálida de principios de verano pero aún así Yaina estaba tapada con las sábanas.
El silencio de la noche fue roto por una suave crujido. Un crujido sin importancia ya que el suelo era de madera, pensó ella.

La puerta de su cuarto estaba abierta pero estaba tan oscuro que ni se podía ver las palmas de las manos.

Cuando quiso darse cuenta de lo que sucedía era demasiado tarde él estaba sobre la cama, ella intentó huir cayendo pero la sabana que cubría su cuerpo estaba debajo de su asaltante por lo que tropezo y su asaltante la agarró del pelo para llevarla de nuevo a la cama.

Donde la estrangulo, pero no fue un estrangulamiento normal sino que tras ahogarla un rato dejaba que volviera a respirar. Cuando su atracador se canso del juego, la ahogo hasta que su aliento se perdió y su corazón se paro.

Yaina fue una esclava de sus costumbres. Si hubiese dejado una luz encendida podría haber visto la sombra antes de que llegará, si hubiera cerrado la puerta con llaves hubiera oído el ruido al forzarla y si no usará sábanas habría podido correr.

Pero todos tenemos manias y el asaltante no era menos, mientras estuvo estrangulando a Yaina se había mordido el labio por la excitación, como siempre hacia, con tanta fuerza que su sangre había caido sobre el cuerpo inerte de la joven. No tardaría mucho en terminar en la silla eléctrica, condenado por sus costumbres.

El oráculo

Un líquido caliente y espeso baño mi cara, sabía lo que era hasta con los ojos cerrados. Olía metálico y aunque no pudiera verlo sabía que color tenía.

Mi cuerpo empapado, no había duda de que alguien quería una predicción. Desde niña el ritual era el mismo, un baño de sangre a cambio de "ver el futuro".

Cuanto más joven fuera la víctima más exactitud tenía mi visión. Mientras meditaba sobre lo que iba a decir saque la lengua distraída para probar el dulce sabor a hierro que había en mi cara.

Excitada y soñadora recitaba mi predicción, aunque no me concentraba en exceso pues solo podía pensar en que la persona que tenía delante acababa de asesinar solo porque era mi voluntad.

Os preguntareis el por qué de esto, que gano yo bañandome en sangre. Amigos míos lo que gano es la eterna juventud y sobre todo el placer de que los demás hagan lo que quiero a cambio de algo que ni yo se sí es verdad.

30 ago 2012

Al filo de la navaja

Abros los ojos y me veo al filo de un precipicio, un precipicio de color metálico cuyo fin no se ve.
Paseo por su orilla casi divertida sabiendo que el fin esta ya aquí.

Miro hacia atrás y puedo ver la misma escena, así que avanzó hasta el punto de unión más estrecho y me siento dejando cada pierna caer hacia un lado.

Noto como el metal se hunde en mis muslos y los hace sangrar, pero no tengo miedo se que todo acabará.

Me pongo de pie como puedo y busco en los bolsillos de mi negro vestido, encuentro el reparador frío de mi cuchillo. Lo aprieto contra mi cuello y siento como mi corazón se relaja, al fin seré feliz.

Ese suave beso de metal hace que me relaje y piense en las cosas buenas que aún puede pasar. Noto como la sangre inunda mi escote, se acabó el tiempo de despedirse.

Sonrio, avanzó y caigo por fin tranquila, voy a vivir mi vida feliz.

29 ago 2012

Aracnofobia

Todos tenemos miedos, algunos más comunes y otros algo más extraños.
Mi mayor miedo son las arañas desde que era pequeña. Cuando tenía 5 o 6 años siempre dormía con mi peluche un precioso osito naranja. Una noche me desperte y pude notar muchas patas entre mis brazos, corrí a encender la luz y pude ver como por un agujero de mi osito salían muchísimas arañas. No recuerdo el momento en que grite pero si recuerdo como mi madre cogia mi peluche y lo quemaba.
Se que es una forma extraña de empezar esta historia pero no se siquiera si alguna vez alguien lo leerá.
Hace dos días mientras volvía a casa después de una fiesta alguien se acercó por detrás y no se que me hizó pero perdí el conocimiento hasta despertar días después en una sala oscura.
El hombre venía a visitarme pero no para alimentarme, ni darme agua sino para relatarme como me iba a matar. Tras un tiempo de amenazas me arrastro a esta sala y me confesó cuál sería mi destino. Muerte a manos (o mejor dicho patas) de cientos de tarántulas.
Me dió un papel y un lápiz y me dijo que redactará mi historia mientras el volvía. Aún pienso que será mentira aunque un pánico atroz me re....
Puedo ver como ha levantado la trampilla y cientos de arañas gigantes y peludas se caen por ella, puedo ver como se acercan.
Intentó quedarme muy quieta para poder escribir este último adiós pero ya siento su peso y sus picaduras en las piernas.
Llegó mi hora. Papá, mamá los...

1 ago 2012

Ganas de morir

20 de Julio 2010
"¿De verdad quieres morir?"

Al principio no entendí bien la pregunta, en la web hablaba de suicidio asistido. ¿Por qué preguntaba entonces? Supongo que sería una pregunta de protocolo así  que decidí asentir.

"¿Por qué?"

Esta pregunta si la capto a la primera ya que resuena en mi mente como un martilleo. Escenas tristes se algopan en mi mente intentando hacerse las autoras de mis ansias de morir, son tantas razones que al final opto por una respuesta simple. "Estoy triste" respondo con voz rota.

El tipo de delante mia sonríe, parece que he respondido algo muy común. Creo que me esta dando un largo discurso pero a penas puedo verle y mucho menos oírle. Distingo las palabras asco, cobardía y poco más.

"...Y por eso no le ayudaré"

Esas preguntas me hacen entrar en razón, no se las causas de su cambio de opinión. Además algo en su actitud me hace pensar que cree que soy inferior o que ni la muerte merezco. Antes de poder evitarlo le grito todos los insultos que me se.

"Como me ha hecho perder el tiempo me quedó con el dinero", esta es su respuesta frente a los insultos. No me puedo creer que tenga la voz tan calmada.

Mientras intento golpearle sus guardaespaldas me sacan del local. Esto es muy injusto.

6 de Septiembre 2010
Hoy me sentía más animado así que he salido a pasear y menos mal que lo he hecho pues me he cruzado con Laila, mi antigua compañera en la facultad. Estaba más guapa que nunca y hemos decidido tomar café. Hemos quedado en volver a vernos.

9 de Diciembre del 2011
Hoy he recibido la mejor noticia de mi vida, voy a ser papá.  Laila no sólo me ha dado el mejor año de mi vida y me ha devuelto las ganas de vivir, sino que no contenta con ello ahora me da un bebé. No puedo creerlo, no quiero que esto acabe.

Esta es la última nota encontrada del diario de Neel.
Algunos cuentan que ese mismo día se encontró con el hombre de la empresa de suicidio asistido. Neel hizo como sino lo conociera, ya que Laila iba con él, pero el hombre le paro y le pregunto si era feliz, a pesar de ya conocer la respuesta gracias a sus "vigilantes".  Neel asistió y una sonrisa maléfica se dibujo en los labios del hombre mientras le recordaba a Neel las ganas que había tenido de morirse y lo cobarde que había sido de no haberse matado.

Cuando Neel se quiso dar cuenta era tarde, el hombre saco un cuchillo y apuñalo a Laila en el estómago.

"Ahora ya tienes un motivo para vivir: la venganza".

El hombre desapareció y Neel fue juzgado por el asesinato de su mujer. Cada día Neel parece más fuerte y con más ganas de luchar, aunque en un lugar tan deprimente como esta cárcel nadie sabe el porque de su actitud.

14 jun 2012

El sótano

Parece que fue ayer cuando cumplí mis veinte años, mi melena antes roja caía como una provocación a cualquier chico lo bastante insolente para querer robarme mi inocente sonrisa.

Parece que fue ayer cuando aún podía ver la luz del sol, desde hace tiempo (¿un mes? ¿O tal vez dos?) estoy encerrada en este lugar. Me dan de comer una vez al día y aún me dicen que debería alegrarme.

Taparon mi melena porque decían que era una ofensa a sus ojos que una prisionera tuviera un pelo tan sofiscado. Quemaron mi cuerpo son sus cigarros, cortaron mis dedos para entregarlos como aviso, rajaron mi cara y cuerpo solo por el placer de verme sangrar, me dieron palizas hasta que mi conciencia se desvanecía y entonces me dejaron dormir.

Fue un tiempo muy duro, todas las torturas inimaginables la sufrí en mi cuerpo, mis lágrimas se fundía con mi sangre, mi cuerpo estaba mutilado y la mitad de mis huesos rotos, me dolía hasta respirar y solo soñaba con que durante uno de mis desmayos ya no volviera a despertar que la dulce dama de la muerte me llevará al más allá.

Tras días rezando por morir un gran revuelo llamó mi atención, voces y disparos se oían en el piso de arriba. Suponía que alguno de mis secuestradores se había cansado de esta situación y venía a matarme a pesar de la oposición del resto así que cuando la puerta se abrió y un hombre liberó mis grilletes. La policía había llegado y mi tortura había terminado.

Cuando pude ver a los secuestradores los reconocí claramente eran los hermanos de Susan, la madre de Yanin y la hermana de Joana. Ahora entiendo porque me tenían allí, me habían secuestrado solo por el placer de verme sufrir.

Hace tiempo me habían acusado de matar a 5 personas, pero había salido libre por falta de pruebas y ahora gracias a su estúpida venganza me habían convertido en un mártir de cara a toda la sociedad.

Solo espero que su venganza fuese dulce ya que les debo mucho, les debo la impugnidad de mis crímenes y les debo el placer que me proporcionó cortar en pedazos a sus familiares, trozo a trozo mientras aún estaban conscientes viendo el momento en que sus cuerpo fallaba.

29 mar 2012

La máscara

Otro día más suena mi despertador, la misma melodía que me habla de una chica guapa que encuentra el amor de su vida. No se porque aún la tengo en el móvil, la apago de un manotazo y me pongo en pie.

He aprendido a peinarme sin espejos y hasta creo que me queda bien, enciendo la televisión para ver las noticias aunque nada me interesa.

Miro la hora y me pongo en pie ya que ya mismo será hora de comer, hoy quiero comida china. Saco una lata de cerveza, cojo la guía y llamó al primer restaurante chino que aparece aunque tardará en venir yo ya tengo cerca mi máscara.

Tras el accidente no quería usarla pero veía como la gente me miraba de reojo, los niños se reían y los conocidos venían a preguntar. No era agradable explicar como por culpa de un niñito que conducía borracho perdí a mi familia y con ellos mi belleza.

La verdad que nunca fui un chico espectacular pero no me podía quejar, ligaba de vez en cuando y parecía que había encontrado una chica que podía llegar a más. El timbre me saca de mis pensamientos, me pongo la máscara, abro y pago.

Desde que mi familia se fue y heredé la casa y el dineral del seguro no he salido mucho, me traen la compra a casa y siempre encargó la comida en algún lugar. Simplemente soy uno de esos bichos raros a los que nadie nunca ve, o al menos quién me ve no lo puede contar.

Cuando fui consciente de que mi vida había sido arruinada decidí vengarme de todas esas personas que conducen cuando han bebido. Es muy simple, cojo el antiguo coche de policía de mi padre y me pongo su uniforme. Simulo un control en algún punto cercano a la zona de fiesta y cuando paren a soplar los abro en canal, a quién conduzca y a sus compañeros.

Me gusta patrullar la ciudad yo y el cuerpo inerte de lo que un día fue una preciosa chica. Me gusta el sonido de la carne al abrirse, el olor metálico de la sangre pero lo que más me gusta es el coleccionar nuevas máscaras, máscaras de piel humana.

Tal vez algún día compré un espejo para ver como quedan mis nuevos rostros.

Ella

Un rayo travieso se cuela por la persiana, tal vez intentando tocar su rostro de porcelana, tal vez intentando despertarla.

Abre los ojos lentamente, aturdida y vacilante mientras poco a poco los recuerdos vuelven a ella.

Ella ya no esta es lo primero que su mente traicionera le trae de vuelta, aún juguetona su mente le repite que ella nunca volverá que la ha perdido para siempre.

Poco a poco recuerda porque esta en esa ciudad extraña, donde sólo un hostal la resguarda. Se levanta lentamente y se pone su ropa, tiene que seguir buscando.

Vaqueros, camiseta de tirantes y algo de tacón porque es más fácil torturar con algo afilado. Tiene una pista y piensa seguirla.

La ciudad parece que la observa, como sí supiera que no pertenece allí, como sí supiera el daño que iba a hacer.

Camina decidida hacia la otra punta de la ciudad buscando la fachada amarilla de puerta marrón, cuando la encuentra se acerca y toca al timbre. Contesta la voz de un chico ahogada, Sisi responde un par de palabras con su sexy voz y en menos de un segundo el chico ya ha bajado.

Un saludo cortado, un pequeño recordatorio de quién era y de porque le había llamado. El chico asiente, recordaba la llamada preguntando por la chica muerta. Sisi pide información que el muchacho niega conocer y la conversación continua mientras caminan, al parecer, sin rumbo fijo.

Sisi se esta cansando de mentiras, lleva días de búsqueda y el resto de testigos la han llevado hasta este chico: el portero de la discoteca en la que apareció el cuerpo de ella. Por suerte su destino esta cerca, Sisi lo empuja al callejón y sin pensarselo dos veces lo empuja contra la pared mientras se descalza. Pone la punta de su tacón contra el ojo derecho y empuja, mientras le tapa la boca.

La sangre no para de brotar y el chico está tan atemorizado que no puede ni llorar. Sisi vuelve a preguntarle quién mató a la chica y antes la falta de respuesta de él saca su cuchillo y le baja el pantalón. Él comienza a llorar y balbucea un nombre al ver como llora Sisi se piada de él y le da un puñetazo tan fuerte que le hace perder la conciencia para que así no sufra mientras ella le arranca el corazón.

Una vez terminado el trabajo se limpiar el tacón en el pantalón del muerto y vuelve para su hostal mientras comienza a llover.

Llega al hostal, abre el armario, saca la caja y guarda el corazón satisfecha de que quienes le dieron muerte a su chica están pagando con el mismo precio que ella misma....la perdida de su corazón.

Se va a la cama, mañana será un día difícil, mañana por fin vengara la muerte de su amada.

20 feb 2012

Día Z

Nota de Syara:

Este relato es un regalo para alguien muy especial. Para mi es todo un reto escribir algo así, tan diferente a lo que estoy acostumbrada, pero él es quién me apoyó con lo del blog y quién me da ánimos constantemente.

Espero que le guste y sobre todo que a vosotros también os guste.

Felices pesadillas,
Syara.

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Me llamo Popls y desde pequeño fantaseaba con los zombies, como sobreviviría a un apocalipsis, que arma usaría, y todo lo que os podíais imaginar.

Era divertido imaginarme todo eso en la tranquilidad de mi casa, pero cuando el día Z llegó no estaba preparado.

Los primeros indicios llegaron por televisión, personas con sed de sangre que mataban a otras con excesiva violencia, aunque nunca salió que se los comieran. Los asesinatos se multiplicaban, y se hacían incluso hasta a plena luz del día. Las imágenes que se retransmitían cada día mostraban a asesinos encharcados en sangre y con partes de sus víctimas en sus manos. Las noticias hablaban de una especie de secta que intentaba causar temor. Una secta internacional y ampliamente extendida, pues cada vez más asesinatos eran retransmitidos.

Lo que las noticias no contaron, o no sabían, es que al rato las víctimas volvían a reaccionar y a andar, sólo con una pequeña diferencia, ahora querían alimentarse de humanos.

La guerra Z había empezado pero yo, ignorándolo todo, seguía de exámenes y apartado del mundo.
Cuando por fin estuve seguro de lo que sucedía fue cuando lo vi con mis propios ojos. Estaba saliendo de mi casa cuando mi vecina me adelanto, al alcanzar ella el patio escuché gruñidos, luego gritos y más tarde pude ver claramente (gracias a mi puerta de cristal) como el conserje atrapaba a mi vecina contra la puerta y le mordía. Poco a poco fue devorándola, arrancándole piel y músculo dejando al descubierto sus huesos.

Corrí hacía casa, cogí agua, comida, una de mis espadas, las llaves del coche y el machete de mi padre, me vestí con el máximo de ropa que pude encontrar y pensé un plan para llegar hasta el coche y dirigirme a las montañas más deshabitadas.

Salí de casa de puntillas intentado pasar desapercibido pero nada más levantar la mirada encontré a la que había sido mi vecina atravesando el cristal de la puerta seguida de un par de conocidos más. No pude pesar mucho antes de que mi instinto hiciese que mi mano se levantara empuñando la espada y se clavase en su cráneo, una vez que mi instinto de supervivencia tomó el control el resto fue muy fácil. Ya tendría tiempo de arrepentirme cuando estuviese a salvo.

Tras mi pequeña primera masacre, salí por la puerta y me dirigí al coche. Sabía que no podría echar gasolina pero al menos esperaba que me permitiera salir de la ciudad. La cochera estaba tranquila, será porque la única forma de acceder es con llaves. Eso me hizo relajarme y me permitió desahogar mi llanto por las vidas que acababa de sesgar.

Tras ese lujo, que no sabría cuando me lo podría volver a permitir, arranque el coche y me dispuse a salir al nuevo mundo. Atravesé la ciudad sin accidentes gracias a que las calles estaban desérticas con la excepción de varios zombies que intentaban perseguir el ruido del coche hasta que lo perdían. Al salir, me dirigí al norte, evitando las autovías e intentado visualizar algún sitio donde dormir.

La primera noche la pase en un cobertizo, donde intenté tapiar la puerta y donde para mayor seguridad dormí dentro del coche. A la mañana siguiente volví al camino, la gasolina escaseaba y cuando el coche se parara me encontraría con el gran problema de cargar con la comida y bebida que había recolectado.

El coche se detuvo en un camino desértico, desde entonces continué a pie, buscando donde refugiarme y peleando contra la que se me cruce vivo o muerto, ¿Por qué de algo hay que alimentarse no?.

El día Z nos cambio a todos, ya no sólo ellos comen carne, ya no son ellos los más salvajes. Y ahora que te he contado mi historia, me gustaría saber la tuya porque me gustaría hacerla parte de la mía una vez que tu fueras parte de mi estómago así podría agradecerte mantenerme con vida.

Así que… ¿Syara era no?. Soy todo oídos.

5 feb 2012

Amor eterno

"Sigo enamorado de ti".

La misma frase, escrita con ese oscuro tono rojo, en un espejo de una casa diferente. No importa cuantas veces se mude él la encuentra.

Seguro que todo el mundo ha estado alguna vez con una persona incorrecta, alguien que no es tú tipo, alguien que no te conviene, alguien que después se vuelve pesado...

Pues a veces el simple hecho de sonreír a alguien hace que ya el resto de tú vida quede condicionado.

Luke era de esos chicos que nunca aceptaban un no y cuanto más se lo decías más persistentes se volvían. El fallo de Margie es que nunca dijo que sí.

Habían pasado cinco años desde que Luke la había visto en los pasillos de la universidad y se había "enamorado" precisamente de ella.

Desde entonces la condena de Margie había comenzado, rosas a diario, llamadas constantes, amenazas a sus amigos...

Margie cambio de ciudad y hasta de apellidos pero él la volvió a encontrar. Al principio era agobiante no peligroso. Hasta que Margie empezó a salir con un chico.

El día que hacían un mes quedaron en un restaurante para celebrarlo pero el no se presentaba, pasaron las horas y Margie abandono el local y se fue camino a casa.

Subió a su piso con las lágrimas recorriendo su cara y con la convención de que al día siguiente le pediría una explicación. Se fue preparando para ir a dormir mientras su tristeza y enfado invadian su mente.

Tras retirar los cojines de su cama descubrió con espanto la cabeza de su novio con una nota en la boca (que ella se negaria a leer toda su vida), su grito se oyó por todo el bloque.
Salió corriendo al teléfono cuando percibió un destello por el reflejo cuando se giro descubrió un te quiero escrito con sangre.

Cuando la policía llegó no puedo encontrar a Luke. Parecía que había desaparecido.

Así que Margie volvió a mudarse de ciudad y cambiar su nombre. Desde entonces Luke no había vuelto a aparecer en su vida y ella había prometido no volver a salir con nadie.

Hasta hace una semana que comenzó a salir con alguien...alguien que, por la nota de su espejo, acababa de morir.

31 ene 2012

The man


Nina siempre había sido diferente, desde niña andaba recluida en su mundo de sueños y fantasías. Las niñas de su edad no querían jugar con ella porque decían que era extraña y no quería hablar.

Cuando creció su imaginación sigo siendo tan desbordante lo que le permitió poder convertirse en una gran escritora de terror gracias a su libro "The man" en el que relataba la historia de una serie de chicas jóvenes que eran secuestradas, mutiladas y asesinadas por un hombre en traje de chaqueta.
Nina tenía una gran fortuna y una gran casa pero, debido al desprecio que sentía por la humanidad, no tenía con quién compartirlo por lo que a veces le asustaba tanta soledad.

Nina tenía pesadilla hasta con sus propios relatos ya que se metía tan adentro que hasta sentía el dolor de las torturas, además siempre pensaba que de verdad estaba loca porque ningún ser normal podría creer relatos tan estremecedores.

Un día mientras llegaba a casa se encontró en la esquina a un joven vestido en traje de chaqueta, sin poder evitarlo la cara perdió su color de puro miedo, cosa que siempre sucedía pero en seguida se le paso pues comprendió que eran imaginaciones suyas.

Al día siguiente el joven también estaba allí, y al siguiente, y al siguiente. Nina aterrorizada creyendo que su libro se había vuelto realidad dejó de salir a la calle y su vida continúo con normalidad.

Tras un mes de confinamiento solitario un ruido la despertó en mitad de la noche, bajo a la cocina temblando y nada más entrar se encontró una mano de uñas perfectamente pintadas de rojo sangrado sobre su encimera. Nina corrió al teléfono para llamar a la policía, pero este no daba línea
.
Fue al salón y busco su móvil pero este estaba sin la batería, cosa que ella nunca habría hecho ¿para qué querría quitarle la batería a su móvil? Una risa se oyó desde el cuarto. Las lágrimas de Nina empezaron a brotar, sabía que no tenía salida salvó matar al dueño de esa risa antes.

Corrió a la cocina y buscó algún cuchillo u objeto contundente pero nada, para entonces la persona de risa misteriosa ya la había encontrado.

"No encontrarás nada, llevó casi un mes limpiando tú casa poco a poco".

Nina se giro para encontrarse con un chico enchaquetado. El la cogió del pelo con tal fuerza que cuando ella intento escapar le arrancó la melena entera de raíz. La sangre brotó de la cabeza de Nina al mismo tiempo que sus lágrimas.

Sin darle tiempo el chico la cogió y la amarró a la silla más cercana, las siguientes horas fueron horribles para Nina. Le arrancaron las uñas, quemaron, cortaron tiras de su piel, electrocutaron, y ampliaron miembros.
Las fuerzas se escapaban de Nina y cuando ya estaba dispuesta a rendirse preguntó "¿Por qué me haces esto?"

"Porque tú me creaste para ello"

Sigo despellejando a Nina hasta que esta murió. A la mañana siguiente la policía encontró su cuerpo irreconocible y despellejado pero nunca encontraron la piel.

Un horrorizada chica leía está noticia en el periódico de camino a casa y tan entretenida estaba que al llegar al portal chocó contra un joven vestido de chaqueta...

A veces las pesadillas se hacen realidad
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Nota de Syara:
Siento llevar tanto sin escribir, pero es que la señora musa no quería visitarme. Se que el relato es corto y a lo mejor no tan sangriento y detallado como otros pero bueno mi musa ha vuelto y espero coger el ritmo poco a poco.

Gracias por leerme a pesar de todo y vuelvo a disculparme.

     Syara