25 nov 2011

La venganza

Llevaba días sin escribir, había  perdido mi inspiración. Siempre le pedía a mi musa que volviera pero en el fondo no esperaba que apareciera.

Una noche mientras me encontraba frente al ordenador puede ver como una sombra se movía a mi lado. Me gire dispuesta a apagar la luz de la mesita, cuando la vi. Una chica de cuerpo traslucido cuya cabeza estaba cortada en dos, de tal forma que cada mitad caía laciamente sobre su hombro.

Mi sangre se quedó helada, pero ella ya había reaccionado y sabiendo que tenía mi atención me pidió ayuda en su venganza. Me propuso un trato, yo la vengaba y a cambio podría escribir su historia.

La chica me contó que había sido violada por un tal Joes en un callejón, y que cuando acabó le partió la cabeza en dos con un cuchillo de su carnicería. Así se aseguraro de que no le delataria.

La misión que me pedía mi musa era interesante pues podría saber como se sentía un asesino.

No tarde en encontrar a Joes gracias a un amigo policía. Empecé a seguirle para averiguar como podría pillado. El viernes llegó mi oportunidad, cuando volvía de camino a casa se le pincho una rueda en mitad de un descampado. Así que hice como que pasaba por allí.

El muy bastardo me negó haberle hecho eso a ninguna chica y en ese momento mi furia se apodero de mi, cogí el gato y lo golpee con tanta furia que el gato le atravesó la cabeza de parte a parte.

Volví a casa y allí estaba mi fantasmas musa, sonrío y me dijo: "quién mata también muere". No le di importancia y fui a ducharme. Aún no se bien que pasó, pero la barra de metal se soltó sobre mi cabeza partiendola en dos y haciendo que mi sonrisa sadica quedará la mitad sobre cada hombro.

Ahora sólo espero vengarme de mi misma... Llevaba días sin escribir, había perdido mi inspiración, cuando....

20 nov 2011

El neonato

""Hace ya dos años que Yuli conocio a Vicent, para entonces no llegaba ni a los 18 era una niña con ganas de comerse el mundo. Todas lo éramos, recuerdo que cuando lo vimos por primera vez a todas nos parecia como un actor de cine. Era muy guapo, a al menos a nosotras nos volvía locas.

Lo conocimos un día que fuimos de compras a la ciudad, en el centro comercial, tropecé con él. Me dedicó una sonrisa y me dijo que tuviera cuidado. No tarde en contarselo al resto y Yuli (la más lanzada) no dudo en ir a buscarlo para preguntarle si tení a novia.

Ninguna supimos lo que vió en Yuli pero no pararon de hablar hasta la hora de volver. Cuando se despideron él quedó en venir al pueblo a verla. Y así lo hizo.

No habían pasado ni dos meses cuando Yuli ya era otra persona distinta, ya no nos llamaba, ya no salía con nosotras...sólo vivía para el novio y sus amigos. Todos los sábados se iba a la ciudad y cuando volvía siempre lo hacía más pálida y distante.

Cuando cumplió la mayoría de edad se fue a vivir con él y no volvimos a saber de ella hasta hace un mes que llegó a mi casa en plena noche.

Oí el timbre sobre medianoche y me asusté ya que esa noche no había nadie en casa pero antes de plantearme si abrir o no, su voz resono por toda la casa: "Carla por favor soy yo". Corrí escaleras abajo y la deje entrar, estaba cubierta de sangre y más pálida que nunca. Entro al baño mientras yo la miraba atemorizada (aunque intentaba que no se notara).

Una vez duchada y cambiada pude ver algo que la visión de la sangre me había impedido, Yuli estaba embarazada y muy embarazada. Me senté en la cama y la mire esperando oír su historia, como cuando eramos niñas.

Yuli me contó que Vicent tenía un secreto, él no era lo que parecía. Vicent rondaba los tres milenios con vida, pero había negociado con el mismisimo Satanás que si Vicent le daba sacrificios humanos podría conservar su juventud, así que Yuli lo había ayudado a eso. Cada luna llena llevaban un cuerpo al sótano e invocaban al malísimo, que se comía el cuerpo de la víctima y cuando el alma intentaba escapar la atrapada y encadenaba para que permaneceria en la tierra vagando.

Pero ultimamente las almas sacrificadas habían comenzado a revelarse a este pasivo cautiverio, las almas en pena habían empezado a herir a Yuli y a Vicent. Yuli me dijó que le suplico a Vicent que parara, que temía por el bebé. Pero el no cesó en el empeño de ser joven para siempre y a pesar de todo Yuli continúo con él.

Lo quería tanto que aceptaba cualquier cosa, pero está noche algo había ido mal. Está noche el malísimo había intentado deborar al bebé de Yuli, con él consentido de Vicent.

Yo misma vi las marcas de dientes en su vientre y los trozos de piel desgarrada. Esa noche durmió en mi casa, pero nadie escapa a las manos de Satanás. A la mañana siguiente la encontré muerta y con el estómago abierto.""

Esa es toda la historia. Usted me cree ¿no doctor? Usted sabe que los demonios son reales, así que por favor saqueme de esta habitación blanca. No, no...no se vaya doctor yo no la mate. Mmm...¿o tal vez sí?

18 nov 2011

Suicidio


Y cuando alguien muere el mundo no sé para, nada se detiene. Pensamientos tristes para un día lluvioso. Ella lo había perdido todo hacía tiempo, todo excepto su vida ya que hasta su dignidad se había rendido hace tiempo.  Dejó que su mente vagara largo rato, sin que nada pudiera proporcionarle ningún tipo de sensación de todas formas el final ya estaba cerca.

Siempre fue una chica alegre, una chica feliz pero un día algo cambio dentro de ella, a partir de entonces nada volvió a ser como antes ya no quería sonreír ni ser feliz. A lo mejor es que resultaba más fácil llorar y encerrarse, tal vez toda esa felicidad no estaba hecha para ella o tal vez ya había gastado la cantidad de felicidad que algún dios le regalo para toda su vida. Desde pequeña todo su alrededor le exigía demasiado, nunca era lo suficientemente buena, nunca encontró nadie que pudiese comprenderla que mirara más allá.

La soledad hace estragos en una mente sana, pero más lo hace en una mente machacada. Nunca fue lo suficientemente buena para hacer feliz a un chico, ni para poder mantener una amistad ni siquiera para que sus padres la trataran bien. Llegados a ese punto ya no pudo apartar los sentimientos de ella, y las lágrimas brotaron por sus mejillas en ese momento se permitió mirar el reloj.

Lentamente se levantó de la cama dejando atrás su almohada empapada, era momento de salir darse otra oportunidad. Se maquillo y vistió con su mejor vestido iba de cacería en busca de ese amor perdido que sabe que nunca encontraría pero mientras dudara conseguía que se olvidara de todo lo demás.

Salía a bailar, conocía a alguien, se despertaba en una cama extraña y otra vez vuelta a empezar. Nunca fue buena en nada, nunca a nadie le importo, y ella ya estaba cansada de luchar, esa noche fue la última. Despertó en cama ajena y lentamente se acerco a la ventana, tal vez siempre estuvo loca o tal vez tuvo que pasar más de lo que su mente pudo soportar todo eso ya daba igual.

Tal vez si alguien hubiese escuchado, tal vez si alguien hubiese aguantado, tal vez….pero ya era tarde ahora la sábana cubría parte de su cuerpo y estaba dispuesta, la muerte es un plato de cocción lenta así que se tomo su tiempo para lesionar su cuerpo con profundos cortes que representarían cada uno de los golpes que se había dado, aun sangrando ato la punta de la sábana a la cama y con la otra parte atada a su cuerpo salto por la ventana. Una muerte horrible y muy dolorosa, con todo su cuerpo lleno de heridas sangrantes, heridas dedicadas a aquellos que ya no estaban, a aquellos que la habían llevado a este punto, a aquellos a los que nunca les había importados.

El cuerpo ya estaba frío cuando lo descubrieron a la mañana siguiente, aun colgado de una fachada con mucha sangre en la pared. Una chica que fue guapa en otro momento, mutilada, y tapada con una simple sábana, colgada desde un cuarto piso chorreaba sangre. La sangre llegaba hasta la acera, formando un charco, un charco parecido a las lágrimas de algún ser gigante.

Las gente se apiñaba debajo para ver el espectáculo, nada mejor que una desgraciada ajena para recordarte que tu vida era mejor. Hasta la policía tardo en llegar, y para cuando quiso hacerlo el ya había llegado (pasaba por allí por casualidad) y no tardo en reconocerla. El podía recordar perfectamente su cuerpo desnudo en su cama alguna vez, su sonría al despertar, su pelo revoloteado y su forma de reír. No necesito mirarla dos veces para romper a llorar, nunca supo porque la perdió de su lado pero siempre soñó con volverla a tener y ahora ese sueño era solo mil trozos (como los que adornaban el cuerpo de ella) y un te quiero roto.  Tal vez si hubiera seguido con el todo hubiese sido distinto. Lo que el nunca supo y ya nunca sabrá es que su herida fue profunda, tan profunda como aquel horrible corte que atravesaba su estomago y parte de su pecho, aquel que se había hecho una vez colgada, aquel que había producido su muerte, aquel que atravesaba el corazón roto que el había dejado.

Así es la vida, así es el amor, siempre se termina solo…siempre se muere en soledad, al igual que se vive.

27 oct 2011

Cena en el parque

Papá siempre me dijo que era demasiado inocente para este mundo tan cruel, eso fue antes de cambiar. Antes de que aquel paseo de noche me tranformara.
Me llamó Bill y siempre respete al resto de mis iguales, era uno de los seguidores más firmes de la iglesia cristiana y Dios regia cada uno de mis pasos, claro esta que fue antes del infierno que vi aquella noche.
Cuando salí a pasear, llame a mi mejor amigo y quedamos que iría a su casa a probar su juego nuevo, estaba impaciente así que decidí acortar por el parque.
Cuando pasaba cerca de la zona de los niños lo oí, un susurro quebrado, seguido de un sollozo atemorizado.
Lentamente me acerque y pude ver como una jauría de lobos comían del cuerpo de un hombre aún despierto pero tan atemorizado que no podía ni gritar. Forcé un poco la viste y pude ver como entre los lobos también había un hombre a cuatro patas deborando lo que quedaba del desafortunada transeúnte.
Me camufle con las sombras sin poder apartar la vista de aquella singular cena, cuando a penas quedó piel y carne que separar de los huesos el hombre se puso en pie y tras un silbido los lobos lo siguieron.
No dejaron mucho de aquel hombre pero sí lo suficiente para que me preguntara a que sabría, la curiosidad puedo conmigo así que me acerque al cadáver, le cogí por el cuello y mordí sus mejillas hasta desgarrarlas del hueso.
Era un sabor exquisito y peculiar, desde que el primer bocado entro en mi boca supe que no podría dejarlo, aún ahora 10 años después sigo vagando por los parques en busca de algún peatón con buen aspecto y rara es la noche que no como al menos uno.
Mi hambre es insaciable y cuanto más como más quiero
Sólo espero nunca pasar hambre...
FIN

15 sept 2011

Sexo Salvaje

Enri necesitaba desahogarse y solo conocia una forma de hacer eso: ir a un bar y ligar, nunca le resulto dificil conquistar a una chica. Cuando se fijo en donde estaba vió que sus pies lo habian dirigido a un bar llamado "Sahara". Entro y se apoyo en la barra, pidió un whiski con cola y busco alguna jóven presa deseosa de una noche de amor.

Una chica rubia al fondo del bar parecia corresponder a esa descripción, asi que se acerco y antes de que pasaran diez minutos ya salia del bar con ella de la mano.

La dirigió a su casa y entre besos y caricias la tumbo en la cama, se puso encima y empezo a poseerla. Cuando Enri estaba a punto de llegar al climax, alargo la mano hasta atrapar el cuchillo que guardaba debajo de la cama y mientras Enri llegaba a su punto máximo de placer atraveso el pecho de su bella compañera haciendo que su sangre salpicara.

Era su forma de desahogarse era un psicópata no un depredador sexual. Enri suspiro ahora quedaba lo malo, librarse de su chica número 6, llamaria a su novia y le pediria ayuda para limpiar aquello y le prometeria que sería la última pero el sabía que esa rubia no sería su última chica...

FIN

13 sept 2011

Anie (Capítulo 2)

Los profesores no tardaron en llegar al oir el llanto de las niñas, y al llegar quedaban petrificados por la escena del joven adolescente asesinado. Anie que contemplaba todo desde la esquina vió como una de las pijas de clase, a la que con frecuencia se la veia acompañada del niño asesinado, sacaba el móvil y muy alterada preguntaba por la policia tambien pudo ver como la señorita Mina (la más apreciada por Anie) vomitaba al ver la escena del chico mutilado y colgado.
La policia no tardo en aparecer en lo que Anie, gracias a las peliculas policiacas que veia con su madre en casa los sábados por la tarde, llamaba escena del crimen e intentaron que la gente se marchara pero aquello era algo muy insilito en aquel pequeño pueblo y a pesar del miedo todos querian saber mas; todos menos Anie que no necesito que se li repitiren dos veces para irse. Siempre habia sido diferente al resto, lo que siempre la habia convertido en objeto de burlas pero en estos momentos nadie se percato de que Anie volvia a casa con la cabeza bien alta.

Anie atraveso el parque sumida en sus pensamientos, recordaba que cuando ella era pequeña habian tenido lugar algunos asesinatos pero no nadie hablaba de aquello y menos sus padres, el padre de Anie era policia y habia sido el encargado de pillar al asesino pero no habia podido. Anie solo sabia que un dia el asesino dejo de matar y todos tan felices, desde entonces habian pasado quince años sin que ninguna preocupación quitara el sueño a todos los habitantes de esta ciudad.
En ese momento una sombra tapo la punta de los zapatos de Anie, haciendo que el miedo la paralizara ¿Sería de nuevo la mujer del baño? ¿Tendria ella algo que ver con el asesinato de la escuela? Mientras que esperaba respuesta a todo esto el cuerpo de Anie se tensó esperando el golpe final hasta que escuchó una risa conocida, lentamente levantó la vista y contemplo a su vecina Shally.
Iba a ofrecerte llevarte a casa en coche, dijo Shally. Al oir eso Anie montó rápidamente en el coche ya que la mujer del cuarto de baño podria estar acechandola.

Anie entró en casa y miró a su alrededor aun sus padres no habian llegado pero no tardarian, su padre ya habria salido de la oficina y habria cogido el coche para recoger a su madre del hospital, asi que Anie pensó en subir a su cuarto a descansar. Pisaba ya el último escalón, con la mochila ya en mano, cuando oyó la puerta y los susurros apresurados de su madre:
-Ella no puede ser, no ha podido volver.-le pareció a Anie entender.
Los susurros eran casi inaudibles por lo que Anie agudizó el oído hasta su punto límite pero solo podo captar los sollozos de su madre y palabras sueltas de su padres, nada interesante hasta que su padres dijo algo asi como "nosotos, -entes". Llegados a ese punto Anie ya tenia puesta toda su atención en la conversación, tan absorta estaba que la mochila cayó de su mano con gran estruendo provocando que sus padres se cortaran sin ninguna espera. Antes de que Anie pudiera levantarse a por su mochila su padre ya habia subido la escalera y a voces la habia mandado a dormir, al ver el cabreo de su padre la pequeña acepto sin rechistar.

Estaba oscuro, no podia ni verse las palmas de las manos pero aun asi sabia que corria de miedo, notaba el sudor frio en su frente,el sabor metalico en su boca y su corazón desbocado. Corria para huir, de repente delante suya se hizó la luz, pero solo para reirse de ella mostrandole burlosa una pared. Al llegar junto a esta Anie se volvio para ver que distancia la separaba aun de su pesadilla, cuando lo que la atormentaba llego cerca de la luz Anie pudó verle la cara, pudo ver su propia cara pero con una mueca sádica, tan sádica que la hizó gritar....Y ese grito fue el que la despertó a media noche, en su cama, con el tiempo justo de ver una sombra salir por la ventana.

Salió de su cuarto temblorosa hacia el de sus padres, al llegar a este e intar entrar en la cama su padre despertó y a voces la obligo a volver a su cuarto, fue la peor noche de la vida de Anie pero al final el sueño la venció.

Un ruido como de goteo despertó a Anie cuando casi ni llegaban a dos horas las que habia dormido, se despertó soñolienta y con los ojos entrecerrados por lo que solo su oido la pudó guiar hasta el goteo incesante, que resulto venir del cuarto de sus padres. Cuando entro vió todo recubierto de sangre y en el espejo escrito con pintalabios negro ponía: "eres mia". Anie corrió al telefono a llamar a la oficina de policia, pero tropezó durante su carrera y al girarse para ver que la habia hecho tropezar vió la cabeza de su madre con los ojos arrancados de su orbitas, entre gritos llego al telefono y logro llamar al compañero de su padre para contarle lo sucedido. No habían pasado ni cinco minutos cuando las sirenas de la policia resonaban en la entrada de la casa, las luces azules vinieron acompañadas de un golpe fuerte (como el derribamiento de una puerta) y de un correr por las escaleras. Anie ya estaba demasiado agotada por hoy, asi que su cuerpo se desmayó dejandola con la imagen de unos brazos fuertes agarrandolas.

Se despertó horas despues en una cama blanca Leide, la secretaria de su padre, dormia en un sillón. Leide había cuidado en muchas ocasiones de Anie, por lo que esta se sentía segura a su lado. Anie se volvió entre las sábanas provocando que Leide se despertara y se acercase a ella para hacerle las tipicas preguntas pero en lugar de eso Leide le dijo:
-Anie, cielo, tengo algo que contarte. Seguro que te acuerdas de los crímenes que se cometieron hace tiempo, de los que nunca encontraron al autor ¿no? Pues cielo eso no es del todo cierto, encontraron a la asesina, tu padre la encontro. ¿Tu sabes que tu padre era adoptado no amor? Seguro que si, pero lo que no sabes es que quienes lo adoptaron también adoptaron a otro bebe, una niña, cuyo padre era un peligroso criminal, tu padre la quisó como una hermana por eso la dejo huir cuando supó que había sido ella. Tu padre se quedo con el bebe que ella tenia y la dejo irse con la condición de que no volviera pero parece que ahora quiere volver a tenerte.
Anie estaba confusa, pensaba en la mujer de sus pesadillas, la de ojos saltones y mirada de loca. No podía ser su madre no se parecían en nada. Después recordo el placer de imaginarse a si misma matando a alguien y se preguntó ¿seguro que no?

Mientras meditaba sobre lo que Leide le había dicho el rostro de la mujer apareció tras la puerta de su habitación del hospital. Leide aún no la había visto y Anie comtemplo paralizada como la mujer sacaba un cuchillo ensangrentado. Sin pensarlo dos veces Anie cogió un jarrón de flores que alguien (seguro que Leide) le había dejado en la mesita, se levantó corriendo y antes de que la mujer pudiera reaccionar empezó a golpearla a jarronazos con toda la fuerza de la que disponía.

La sangre de la mujer empezó a salpicar el rostro de Anie, que se sentía casi excitada con la sensación. Anie siguió golpeando la cabeza de su madre con esa sensación casi orgasmica hasta que Leide la detuvo, Anie ya no recordaba ni que ella estuviese alli. Cuando Anie levantó la cabeza para mirar a Leide esta puedo comprobar que algo en la dulce niña había cambiado, también recordo que había leido en algún lugar que la maldad pasa en los genes pero eso era imposible entre sus brazos solo estaba la dulce Anie ¿o no?

FIN

20 ago 2011

Anie (Capítulo 1 (Continuara))

Era una noche oscura, la niebla lo cubria todo. En noches como estas en las que no podia dormir le gustaba asomarse a la ventana y ver la calle, pero hoy la niebla era tan espesa que casi no llegaba a vislumbrar el gran árbol que había delante de la casa.

A lo lejos se oía el sonido amortiguado de la televisión de algún vecino, pero no podía ver la luz que está desprendida. Seguramente sería la casa de los Wilhem ya que siempre eran los más ruidosos. Como Anie no veía nada por la ventana decidió volver a meterse en la cama y mientras se volvía capto por el rabillo del ojo una sombra recortada junto al árbol.
Agudizó la vista hasta distinguir las agudas curvas de una mujer, una de esas como las que le gustaban a su padre. Anie la miro perpleja no conocía a ninguna mujer en el pueblo con esas curvas de actriz. En ese momento un coche pasó con las luces encendidas, Anie se fijo en el coche rojo que pasaba como un rayo por debajo de su ventana. Cuando Anie quiso volverse a mirar a la chica su silueta ya no estaba.
Se la habría imaginado, hoy Anie estaba extremadamente cansada y su madre siempre le decía que el cansancio causaba delirio.

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Una mirada que se cruza en el pasillo del instituto, parece mentira que no hace tanto Anie hubiese matado por esa mirada y en cambio ahora le daba igual. Ya había estado con el una noche y se había dado cuenta de que no era nada especial más bien al contrario había jugado con ella como había querido y le había hecho sufrir. Anie le dio la espalda sin miramientos pero a pesar de eso podía oír las burlas de el y sus amigos. Anie no era una chica guapa, al contrario, siempre había deseado ser más llamativa pero la genética estaba en su contra pero eso no era motivo para que nadie se burlada de su sufrimiento. Timidamente Anie se fue al baño algo agotada por esos odiosos días de clase que había tenido y que aun le esperaban.
Anie se lavo la cara y con agua en la cara levanto el rostro, y en el reflejo del espejo se encontraba una figura. La cabeza de una mujer asomando por detrás de una de las puertas del baño, un rostro de una chica joven, con una sonrisa pero una mirada extrañamente sádica, el pánico invadió a Anie pero no duro mucho ya que cuando pudo secarse el agua de los ojos la mujer ya no estaba allí ¿Sería la misma chica que vio ayer en la calle?
Anie salió del baño a todo prisa sería mejor llegar pronto a clase y no enfadar a la señorita Mrs. Grase. La clase transcurrió como de costumbre, aunque con un pupitre vació al fondo de la clase, Anie tenía claro a quien pertenecía ese pupitre a aquel que había amargado todos sus días escolares a aquel que se había burlado de ella. Pero ¿donde estaría? No hacia tanto que se había reído de ella en el pasillo. El timbre la saco de su ensimismamiento, por fin era hora de ir a casa, salió con paso ligero al pasillo donde todos los chicos casi corrían a disfrutar de un fin de semana tranquilo pero de golpe se oyó un grito atroz proveniente de la puerta de entrada. Conforme la gente se acercaba a la entrada se quedaba parada de puro horror, allí estaba el porque...¿era el no? En la puerta había alguien colgado con una saga en el cuello, alguien le había arrancado la ropa y mediante cortes habían escrito en su cuerpo "Ahora no se burlara de nadie". Muchas de las chicas lloraban, otras simplemente miraban horrorizadas, algunos chicos gritaban insultos y amenazas contra quien hubiese hecho eso y otros simplemente hasta parecían alegrarse, pero en la mente de Anie había un pensamiento: "Esto es mi culpa"