20 de Julio 2010
"¿De verdad quieres morir?"
Al principio no entendí bien la pregunta, en la web hablaba de suicidio asistido. ¿Por qué preguntaba entonces? Supongo que sería una pregunta de protocolo así que decidí asentir.
"¿Por qué?"
Esta pregunta si la capto a la primera ya que resuena en mi mente como un martilleo. Escenas tristes se algopan en mi mente intentando hacerse las autoras de mis ansias de morir, son tantas razones que al final opto por una respuesta simple. "Estoy triste" respondo con voz rota.
El tipo de delante mia sonríe, parece que he respondido algo muy común. Creo que me esta dando un largo discurso pero a penas puedo verle y mucho menos oírle. Distingo las palabras asco, cobardía y poco más.
"...Y por eso no le ayudaré"
Esas preguntas me hacen entrar en razón, no se las causas de su cambio de opinión. Además algo en su actitud me hace pensar que cree que soy inferior o que ni la muerte merezco. Antes de poder evitarlo le grito todos los insultos que me se.
"Como me ha hecho perder el tiempo me quedó con el dinero", esta es su respuesta frente a los insultos. No me puedo creer que tenga la voz tan calmada.
Mientras intento golpearle sus guardaespaldas me sacan del local. Esto es muy injusto.
6 de Septiembre 2010
Hoy me sentía más animado así que he salido a pasear y menos mal que lo he hecho pues me he cruzado con Laila, mi antigua compañera en la facultad. Estaba más guapa que nunca y hemos decidido tomar café. Hemos quedado en volver a vernos.
9 de Diciembre del 2011
Hoy he recibido la mejor noticia de mi vida, voy a ser papá. Laila no sólo me ha dado el mejor año de mi vida y me ha devuelto las ganas de vivir, sino que no contenta con ello ahora me da un bebé. No puedo creerlo, no quiero que esto acabe.
Esta es la última nota encontrada del diario de Neel.
Algunos cuentan que ese mismo día se encontró con el hombre de la empresa de suicidio asistido. Neel hizo como sino lo conociera, ya que Laila iba con él, pero el hombre le paro y le pregunto si era feliz, a pesar de ya conocer la respuesta gracias a sus "vigilantes". Neel asistió y una sonrisa maléfica se dibujo en los labios del hombre mientras le recordaba a Neel las ganas que había tenido de morirse y lo cobarde que había sido de no haberse matado.
Cuando Neel se quiso dar cuenta era tarde, el hombre saco un cuchillo y apuñalo a Laila en el estómago.
"Ahora ya tienes un motivo para vivir: la venganza".
El hombre desapareció y Neel fue juzgado por el asesinato de su mujer. Cada día Neel parece más fuerte y con más ganas de luchar, aunque en un lugar tan deprimente como esta cárcel nadie sabe el porque de su actitud.